Задание

Según el texto, la llamada dieta mediterránea:

LA DIETA MEDITERRÁNEA

En el año 1970, el Dr. Ancel Keys, de la escuela de salud pública de la Universidad de Minnesota, publicó los resultados de un importante estudio realizado en siete países en el que analizaba el papel de la dieta en las enfermedades cardiovasculares, estableciendo las bases de lo que posteriormente sería la dieta mediterránea. La investigación se llevó a cabo entre más de 12000 hombres de Finlandia, Grecia, Italia, Japón, Holanda, Estados Unidos y Yugoslavia. Según esos resultados, se encontraron fuertes correlaciones entre la cantidad de grasa saturada y colesterol en la dieta, los niveles de colesterol en la sangre y el porcentaje de muerte por enfermedad cardiovascular. De los países participantes, Estados Unidos y Finlandia tenían el consumo más elevado de productos animales, grasa saturada y colesterol, además tenían el porcentaje más alto de muerte por enfermedades cardiovasculares. Los países mediterráneos y Japón estaban en el polo opuesto.
Uno de los descubrimientos de más impacto de dicho estudio y que serviría para dar nombre a la dieta mediterránea fue que los habitantes de Creta, que obtenían más del 40% de sus calorías del consumo de grasas, presentaban el más bajo índice de colesterol y enfermedades asociadas \(según la población, el porcentaje de muertes por este motivo es 57 veces menor que en Finlandia\). La mayor parte de esta grasa procedía del consumo de aceite de oliva y de aceitunas y, el resto, de cereales, verduras y pescado generalmente azul, con algo de carne. Además, bebían vino todos los días.
Respecto a Japón, el segundo país con el índice más bajo de muertes por enfermedades cardiovasculares, en gran parte debido a una dieta con grandes cantidades de pescado, se percibió que, como aspecto negativo, presentaba un elevado índice de muertes por hemorragia cerebral. El mismo fenómeno se advirtió entre otros grupos étnicos, como los esquimales. Posteriormente, en Japón, al diversificarse más la dieta, se observó una disminución del porcentaje de muertes por este motivo. Más recientemente se está analizando la posibilidad de que exista una correlación entre dietas con muy bajo porcentaje en grasas y ciertos tipos de cáncer, así como con la enfermedad de Alzheimer.
La dieta mediterránea, con su diversidad y composición, constituye el equilibrio perfecto para disminuir ambos riesgos contrapuestos. No obstante, hemos de saber que la auténtica, la genuina dieta mediterránea es la que se descubrió en Creta y, aunque las de muchas regiones de España eran entonces extraordinariamente similares, aquí no se hizo estudio. Fundamentalmente, se basaba en lo siguiente:
• El 60%, o sea, más de la mitad de lo que comemos al día debe corresponder a alimentos del grupo de los hidratos de carbono fundamentalmente complejos, como los cereales \(pan, arroz, pasta\), raíces y tubérculos \(patatas\) o leguminosas \(garbanzos, judías, etc\.\).

• El 15% a verduras y frutas, tanto frescas como cocinadas.
• Otro 15% se completa con carnes y pescados \(preferentemente más pescado que carne\), que nos aportan proteínas.
• El 10% corresponde a alimentos fundamentalmente grasos \(aquí entra el aceite de oliva\) que son necesarios porque son muy energéticos y contienen vitaminas y ácidos grasos esenciales para nuestro organismo. A pesar de que la proporción parezca pequeña, el aporte de calorías puede subir mucho más, ya que 1 g de grasa contiene 9 Kcal, mientras que 1 g de proteína o de hidrato de carbono posee 4 Kcal.

No tengamos miedo, pues, a una dieta variada y mucho menos al jamón ibérico, que contiene una gran proporción de ácidos grasos monoinsaturados.

  • es el resultado de un estudio sobre la alimentación de los esquimales y la de los países mediterráneos.
  • tiene componentes nutricionales que protegen de las enfermedades cardiovasculares.
  • se caracteriza por la ingestión de grandes cantidades de grasa saturada.