Задание
Según el autor, el temor a no poder expresarse adecuadamente:
PRACTICAR IDIOMAS POR TELÉFONO
«Sé inglés, pero me da vergüenza hablarlo». Esta frase, que bien puede aplicarse al francés, alemán o cualquier otra lengua, es frecuente entre los estudiantes de un idioma extranjero. El miedo a «quedarse en blanco» o a no encontrar la expresión correcta provoca que, a pesar de tener una buena base de gramática y vocabulario, sean incapaces de enfrentarse a una conversación con un interlocutor. Una entrevista de trabajo, una reunión de negocios o una multiconferencia en otra lengua exigen un nivel de fluidez verbal que solo es posible adquirir con la práctica. Es por eso que en los últimos años, las clases de idiomas por teléfono se han sumado a la oferta de enseñanza de lengua extranjera para proporcionar a los estudiantes una nueva vía de aprendizaje cuyo fin es mejorar e incrementar sus competencias en lo que se refiere a expresión y comprensión orales.
La metodología de este tipo de clases consiste en sesiones telefónicas que duran entre 20 y 30 minutos. Durante este tiempo, profesor y alumno mantienen una conversación guiada por el docente, que versa sobre la temática pactada de forma previa con el estudiante en función de sus intereses o necesidades. Las clases se adaptan al nivel de expresión oral de este último y se estructuran para que alcance un progreso significativo a medida que se avanza en las sesiones. Simulación de actividades de negocios, reuniones, entrevistas, presentaciones de un producto o viajes son algunas de las situaciones que sirven para practicar por teléfono, con la ventaja de que el interlocutor (profesor) estará pendiente de corregir los errores que se comentan, así como de solventar las dudas o preguntas que surjan en el transcurso de la conversación. Tras la clase, el docente envía al estudiante una evaluación personal de su desarrollo, en la que incide en los aspectos que se deben mejorar o reforzar para la siguiente sesión.
Este método didáctico destaca por la eficacia del aprendizaje, ya que, al desarrollar las sesiones de esta forma y en el ambiente elegido por el alumno, se evitan las habituales distracciones que se dan en las clases convencionales. Por otro lado, el teléfono garantiza la máxima capacidad de atención por parte del estudiante, le permite una mayor concentración y una memorización gradual y óptima. Hay que tener en cuenta, también, que son los alumnos quienes deciden el día y la hora a la que quieren recibir la llamada, con lo cual se eliminan los inconvenientes de los desplazamientos o los horarios restringidos de algunas clases tradicionales. «La ventaja de este método es que se puede realizar donde el alumno quiera o pueda. Hemos tenido desde un estudiante que continuó el curso mientras estaba hospitalizado hasta una alumna que en el mismo viaje de novios sacaba tiempo para clase», apunta un profesor que imparte clases de chino por teléfono.
Algunas academias de idiomas tradicionales han sumado este tipo de cursos a su oferta como una actividad complementaria a disposición de sus clientes, otras han surgido como especialistas en esta metodología diseñando y desarrollando sus propios métodos de conversación guiada tanto por teléfono como por Skype.
La oferta horaria de este tipo de clases abarca desde las seis de la mañana hasta las diez de la noche y hay programas especiales de preparación de entrevistas de trabajo o presentaciones. Los precios de cada sesión oscilan entre 7 euros (sesión de 20 minutos) y 10 euros (sesión de 30 minutos).
La flexibilidad de horarios y la adaptación a las necesidades de cada alumno son algunas de las ventajas que brindan estas clases, una alternativa eficaz para enfrentarse sin miedo a una conversación en otra lengua.
hace que muchos rechacen las clases por teléfono.
suele superarse con la práctica continuada del idioma.
es debido a una deficiente base de gramática y de vocabulario.